martes, 6 de marzo de 2018

VIVENCIAS EN MÚSICA


 TALLER DE PERFORMANCE





El día 26 de febrero, empezamos el taller, no sabía que esperar. Admito que la sola idea de tener que actuar enfrente de los demás me daba escalofríos, pero al final resultó ser una actividad memorable, en la que me divertí bastante y en la que aprendí muchas cosas.

Empezamos a mover las sillas para formar un círculo, no paraba de intentar imaginarme lo que pasaría a continuación. Cosas como: Levantarnos, jugar a algún juego...¡No tenía ni idea!
Todos ya sentados llenos de dudas, empezó a hablar la chica morena. (No me acuerdo de sus nombres o de si nos lo dijeron) Y nos hizo la pregunta, lo que estaba rondando nuestras cabezas desde el momento en el que oímos que haríamos en este taller "¿Qué es una performance?" El aula se quedó en silencio. Después de una pequeña conversación, dijeron que tendríamos que pensar en un deseo inconfesable. No conseguía pensar en nada,¿qué nivel de inconfesable debía ser? Cuando todos tuvimos uno en mente, tuvimos que escribirlo. Después de haberlo escrito (sin atravesar el papel con el lápiz), lo doblamos y tiramos al centro del círculo que habíamos creado. Cada uno se abalanzó a por un papel en cuanto nos dieron permiso, yo esperé a que se apartaran para coger uno. Lo abrí, me esperaba un mensaje más revelador o personal que el que mis ojos habían leído, pero como habíamos prometido, tomamos en serio los mensajes. Empezamos a susurrarlos al compañero situado a nuestra derecha. Todos nos liamos y algunos mensajes no se pasaron pero fue divertido, me pregunto que habrá pensado sobre mí la persona que leyó mi deseo. Pero, el primer día no acabó aquí, a continuación tuvimos escribir otro deseo( este que se pudiera decir) y poner dónde nos gustaría decirlo en el instituto. Este no fue nada fácil para mí, no sabía que escribir, escribí un montón de frases que taché en el instante. Por no querer complicarme más puse algo sencillo y decidí la puerta de nuestra clase. Todos salimos a pasear por el instituto en grupo, nos organizamos bastante mejor de lo que habría esperado. Cada uno dijo su deseo, eran deseos mucho más interesantes que el mío. Cuando llegó el mío y tuve que leer en alto delante de todos, estaba un poco nerviosa, pero pensé "Si todos lo han hecho ¿por qué no yo?". Leí mi deseo rápidamente y volví al grupo. De vuelta en la clase tuvimos que comentar lo que había pasado y lo que nos había parecido. No me hizo mucha gracia que me preguntaran directamente... pero aparte de eso, fue un día muy interesante.





Al día siguiente del taller, todo fue más fácil volvimos a preparar el círculo con las sillas, nos dieron papeles con todas las frases que dijimos el día anterior. Este vez teníamos que levantarnos y "cantarlas". Debíamos ir diciendo frases. Nos levantamos. Silencio. Nadie hablaba. Mi cabeza tenía una batalla interna sobre si debía de decir algo o no, cuando oí otra voz empezando. No estoy segura de si me sentí aliviada o fastidiada, pero esperé a qué todas las voces empezaran a juntarse para decir yo algo. Repetimos el ejercicio dos veces y en ambas mi cabeza tenía la misma batalla interna, aunque siempre era demasiado tarde. Dada por acabada esta práctica, nos pusimos en tríos y parejas para realizar una performance. Me puse con Lara, no estábamos muy seguras de que hacer íbamos a utilizar la frase de Lara que me parece muy bonita "Deseo que todo vuelva a ser como antes..." Para ella tenía mucho significado, intenté buscar un significado para mí y decidí que sería el hecho de como los amigos que tenía antes, han ido desapareciendo de mí vida. Nuestro plan era que Lara se levantaría sonreiría y después yo la abrazaría. Las chicas nos recomendaron que alargáramos el abrazo y que intentáramos que durara un minuto, aceptamos. Empezamos la performance, me levanté y abracé a Lara, empecé a contar. Veía como los demás se miraban preguntándose que pasaba, noté como Lara empezó a reírse y no pude evitar hacer lo mismo. Al final, el abrazo duró 46 segundos, Lara debió de perder la cuenta, nos sentamos rápidamente aún con las miradas de los demás posadas en nosotras. Al final todos, como grupo, hicimos todas las performances en el orden en el que las habíamos hecho y acabó este día.




Y el último día del taller llegó, estaba lloviendo y tuvimos que darnos un paseo hasta la estación. Atravesamos la lluvia, en un camino que se me hizo eterno. Por fin llegamos al sitio, al entrar el olor a cafetería me rodeó, miramos hacia esta había una pared llena de pósters coloridos que me llamaron la atención. Todos reunidos de nuevo subimos las escaleras, tenían un diseño que me llamó la atención. Nos llevaron a una sala en la que se respiraba creatividad. Nos sentamos en una mesa hecha a partir de mesas y sillas todas puestas para crear una. Nos enseñaron unos vídeos de ejemplos de performance, diversos artistas con ideas tremenda mente originales, cosas que no se te ocurren hacer. Esto me hizo ver que no todas las ideas son malas y que no pasa nada por crear cosas "extrañas".
Seguidamente nos dejaron mirar un poco la sala que teníamos al lado, tenía esculturas hechas con zapatos o telas con palabras, me habría gustado prestarles más atención. Subimos una planta, y nos encontramos con el vídeo de un chico bailando boogie, me pareció gracioso, ya conocía ese tipo de baile y no me esperaba de repente encontrarme el vídeo. Nos metimos en la sala, que parecía que estaba protegida por el vídeo, allí había televisiones y dos paredes llenas de pósters. Leímos una petición escrita sobre como querían un presidente, bastante reveladora con un tono triste y melancólico al menos para mí. Visto esto nos pusimos en grupos y teníamos que pensar en una performance para hacer, que no tuviera mucho que ver con lo que queríamos revindicar. Esto lo entendí, pero encontrar la idea que revindicar nos fue difícil. Tuvimos un rato en el que no llegamos a ninguna conclusión, teníamos ideas y temas pero no conseguíamos ponerlos juntos. Las chicas nos ayudaron y nos dijeron que rompiéramos bolígrafos. La idea me encantó, salimos a ver dónde romperíamos los bolígrafos, cuando vimos a una señora caminar por una especie de pasarela que había en el techo. En ese momento, diría que los cuatro pensamos lo mismo. Después de dos intentos encontramos el camino a la pasarela. Subimos corriendo con nuestro bolígrafos en la mano, ¡era emocionante! En seguida arriba intentamos organizarnos, esperamos un tiempo antes de salir. Entonces, caminamos hacia la pasarela en fila, no me creía que estuviera saliendo bien, esperé partí el bolígrafo y lo tiré, los demás hicieron lo mismo. Caminamos rápidamente fuera de la pasarela, no pude evitar dar un salto de alegría. Bajamos corriendo, los demás grupos hicieron sus performances y tuvimos que despedirnos.




 Personalmente, la actividad me encantó ha hecho que vea que hay arte en todas partes y que no es tan fácil como parece.
Ahora que ya entendemos el concepto de performance y como funcionan, podríamos meter pequeñas performances en nuestros proyectos musicales. Por ejemplo, en alguna parte sin que nadie lo espere podríamos dejar de tocar pero a la vez pretendiendo que tocamos porque los silencios también son música. También mientras tocamos podríamos levantarnos de dos en dos e intercambiar sitios, cambiando de instrumento, en el caso de la flauta y el Saxo sería más complicado, pero solo el hecho de cambiar de instrumento moviéndonos a otro lado. Este se podría enlazar con la idea de utilizar los teléfonos para hacer música, poco a poco cada uno deja el instrumento y se pone a mirar el teléfono hasta que nadie toca y en ese momento nos levantamos y tocamos con las aplicaciones del teléfono.







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